El Arco de la Paz es uno de los monumentos más representativos de Milán y uno de sus símbolos. Un arco del triunfo ubicado en el Parque Sempione que, en realidad, no acabó homenajeando un triunfo sino la paz, y de ahí su nombre Arco della Pace. Napoleón inició su construcción en 1807 para celebrar sus victorias en Italia pero, frente a los problemas en su imperio, las obras se pararon. Décadas más tarde, derrotado en Waterloo, el general francés vio el final de su ocupación en Italia y la paz llegó a Milán. En honor a esta paz, se retomaron los trabajos de aquel arco. Haciéndolo símbolo de la misma y uno de los monumentos más bellos de la capital lombarda. Legado de su gran historia.
Arco de de la Paz: la puerta de Milán
El Arco de la Paz de Milán se finalizó e inauguró en 1836, convirtiéndose en la gran puerta de entrada a Milán. El material predominante es el mármol y el granito, este último traído principalmente del Lago Maggiore, un fantástico rincón de los alrededores de Milán.
El arco se eleva hasta los 25 metros de altura. Su cima la corona un grupo escultórico cuyo centro es la Sestiga della Pace, una mujer con seis caballos que simboliza la paz. Cuatro jinetes más, cada uno representando a uno de los 4 ríos importantes de Lombardía, completan el conjunto.
El ancho del arco mide prácticamente lo mismo, 24 metros, dándole un aspecto imponente y monumental. Un Arco de la Paz europea alcanzada con el Congreso de Viena donde las grandes potencias del continente alcanzaron un concilio y el parón de las armas. Un arco que, honrando aquella paz, se erigió como una de las construcciones más bellas de Milán y una de las más visitadas.
Qué ver en las cercanías
La visita al Arco de la Paz en Milán se puede combinar a la perfección con otros lugares de interés. El mismo arco se encuentra en uno, el Parque Sempione, la zona verde más grande de Milán repleta de grandes paisajes y monumentos entre los que hay un estanque, un acuario y un anfiteatro.
Además, muy cerca del Arco de la Paz está el Castello Sforzesco, uno de los edificios más importantes de Milán, imprescindible en una lista de cosas que ver en Milán.